lunes, 15 de noviembre de 2010

Maravilloso amor

Cuando acabó mi romance con la luna -una luna prostituta que se dejaba seducir por todos los poetas del mundo y hasta por los perros que le ladraban cuando estaban enamorados y las perras estaban en su climaterio- ingenuamente me enamoré de la torre de Pisa. Ingenuo porque siempre creí que ella se inclinaba para hablarme al oído, pero en realidad sufría de lumbalgia, mal poco común en las torres de Pisa; que por cierto también escasean.

El hecho de descubrir que la torre no se inclinaba para mí, provocó una terrible desequilibrio a mi autoestima, algo que logré superar luego de mucho tiempo, cuando conocí a Babel; una torre que prometió llevarme al cielo y que luego de mucho subirla y subirla me di cuenta que no me llevaría ni siquiera al infierno, ya que el presupuesto de los arquitectos no había alcanzado para tantos escalones y por lo tanto había que seguir trepando por las paredes, hecho que me resultó bastante absurdo. Fue entonces cuando decidí abandonar mi búsqueda del amor irracional y me quedé en casa, dispuesto a ser poeta y escribir poesías para publicar en Internet y ganar reconocimientos y todas esas tonterías.
Precisamente ahora, estoy sentado frente a la pc, que curiosamente me mira con mucha ternura y la ternura... ¿saben?, siempre me pudo; así que…

21:23...el hambre habla por mí...

sábado, 23 de octubre de 2010

Oscuro maleficio de viciosa incertidumbre

Toda vida pinta para ser
arte desconocido,
olvidado en el trasfondo de un oscuro maleficio de viciosa incertidumbre.

La vida no es más que el trasfondo de un oscuro maleficio de viciosa incertidumbre.

Ciertamente,
desconozco el origen,
la anomalía que mutó al artista soñador en bicéfalo descompuesto en brumas.

La vida es un arrecife brumoso donde es tragada toda certidumbre de vivir.

Plagio de espermas,
fecundos vientres paternales
coincidieron en el precioso momento: piernas, sexos y entre sexos se dio la vida.

Imposibilidad regresiva de calamidades; precisión sexual de generosa incomprensión.

Predecible final;
profilácticos adulterados
retrasan el manso devenir del erosionado ocaso previsto como cierre claustrofóbico.

Es la vida un trasfondo de oscuros maleficios de viciosa incertidumbre; la muerte no.

Inexorable cierre este concierto absurdo de ciega- muda y pusilánime esperma fecundadora.

Erróneamente. Yo.

jueves, 2 de septiembre de 2010

Rompiendo el pacto

Montado en olas, siguiendo mis instintos; corro el mar de tu cuerpo con rumbo descendiente. Norte a sur, surco la cuenca dorsal de tus relieves; en suave caída, atravieso el estrecho que antecede a la bahía donde se agota tu columna; la última resistencia antes del deseado encuentro.
Allí acordamos las condiciones de acabar con el pacto de no invasión de territorio prohibido.
Por primera vez hicimos el amor contra naturam.

sábado, 21 de agosto de 2010

Mala praxis

Mientras permanecía estático repasando mi pasado, contemplaba mi sombra que se achicaba hasta casi desaparecer por el pequeño ojo de una cerradura. Comprendí entonces que mi vida había comenzado a deteriorarse en el preciso instante en que la vieja partera del pueblito donde nací me dio los primeros golpes de esta vida. Golpes que recuerdo por supuesto, aunque estaba demasiado preocupado por respirar, acción natural que me costó mucho practicar porque la muy bestia me pegaba en la nariz y no en las nalgas como hacían todas.

De aquella mala experiencia quedó un pulmón colapsado, el tabique de la nariz torcido y un ojo desviado, pero si me miran de costado no se notan mucho los detalles, apenas una cicatriz finita de cinco centímetros en uno de mis párpados, resultante de una cirugía que debió ser para corregirme una deficiencia testicular. Sí, el cirujano entendió ocular; otra bestia.

sábado, 14 de agosto de 2010

Extrañándote

Las olas rompientes, las frágiles gaviotas y sus vuelos rasantes sobre las barcazas de los pescadores; tu recuerdo aferrado a mi nostalgia y esa botella oscura asomando en la arena; mi ingenuidad quiso volverla mágica entre mis manos. Mi angustia murmuró al mar tu nombre, con furiosa impotencia, con bronca, casi como una maldición al destino que te alejó.

Te apareciste, como un holograma de amor, como la sublimidad de una ninfa y mi sorpresa exclamó:
- ¡Amor! ¡Pide un deseo, seré el artista que talle tu felicidad por la eternidad del tiempo!

Tres siglos han pasado desde que la lámpara fue arrojada al abismo del mar, el mismo tiempo que yo permanezco dentro de ella -como fue tu deseo- sin ver la luz, sin saber si eres feliz, pero más me preocupa es saber que fue de mi gato colgado del perchero ¿Me extrañará tanto como yo a él?

miércoles, 7 de julio de 2010

Remake

El guión trasladaba el paso de la historia, la tragicómica remake de una vida, quizás la suya; en esos instantes de confusión emocional todo se asemejaba a todo.

Cerró los ojos para ver mejor la proyección. Sentía correr su sangre espesa y lenta y el sudor formaba aureolas de sal en la funda de cuero de su cama; fría como su piel.

Vio víctimas inocentes y culpables rodar sin cabeza, cercenadas por el poder de la justicia; todos los rostros, todas las manos confluían hacia su miedo que no dejaba de tiritar. Se sintió impotente como nunca, expuesta y vulnerable.

Segundos antes del final, alguien encendió la luz, el líquido inyectado en su sangre aceleraba su futuro. Por primera vez la muerte tuvo miedo cuando el verdugo activó el mecanismo de la última y letal inyección. The end.

viernes, 25 de junio de 2010

Tedio de una lombriz solitaria

Crunch crunch... ñacañacañaca... glup glup...

prrrrrrrrrrrr... ¡puffff!...

¡aaaooonn!...zzzz...¡aaaooonn!... zzz... zzzzzzz...

¡plop!...

rrorm ssss rrorm ssss...
prrrrrrrrr...
zzzz...